Estoy surcando una ola que pocas veces dejo me atrape, en el mar que tanto miedo me da, este mar de espuma blanca y olor a libertad. Aparco el miedo cuando encuentro al viejo que ya navego y me cuenta sus secretos, como encarar las olas, como respetar las aguas para que ellas te den sus tesoros.
Mas alla de todo mar y tormenta, lo que importa, es poder hallar en el un capitan del que aprender, un amigo para pulir lo que hay en mi. Me alegra, me siento bien atando estos cabos sueltos, desplegando el velamen y recorriendo las rutas que una vez ya navegaron. Necesitaba esto, necesitaba saber que no estaba roto, que no era mi cerebro el problema sino que no estaba en el medio al que por nacimiento pertezco. Ahora no veo el horizonte, se hace infinito, me encanta!. Queda tanto por ver y saber, ahora empiezo a comprender...
No hay comentarios:
Publicar un comentario